Despedidas


Perdoname.
Todo este tiempo intenté dartelo todo para que al fin seamos lo que siempre hemos querido, pero olvidé que estaba intentando que florezcan rosas donde ya ni raíces existían. 
Quise empezar de cero por vos y por mi, pero hoy siento que tomamos caminos distintos en busca de nuestro propio destino.
No quiero sentir más este vacío al que llamamos "espacio" para disimular como de a poco nos vamos dejando. Estamos, pero a la vez ya no estamos.  
Mi corazón arrodillado me pide que no lo haga, pero siento que es hora de cerrar ciclos. Es hora de poder ponerle un fin a eso que parecía infinito, que era infinito. Pero a sabiendas de que va a doler (todo lo que tenga que doler), prefiero arrancarlo de mi antes que se nos pudra dentro.
Porque darse cuenta que las despedidas al fin y al cabo no son tan malas, también es una forma de poder decir adiós. 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Voces.

Última partida

Tu último recuerdo