Tan lejos y tan cerca

Están tan lejos, pero a su vez tan cerca. O mejor dicho están tan cerca y a la vez tan lejos. 
Quien pensaría que tres cuadras se iban a terminar convirtiendo en meses de distancia. Varias veces dije "a la mierda" acercandome al picaporte de la puerta con inteciones de ir a verlas. Varias veces me acosté pensando en todas nuestras tardes de plaza o nuestras noches de risas y karaoke que terminaban casualmente en películas de terror a la madrugada.
Extraño verlas, escucharlas y hasta ver los gestos que hacían cada vez que contaba acerca de alguna de mis cagadas. Me pongo a pensar en lo feliz que fui y también en lo mucho y poco que disfruté cada uno de nuestros momentos.
Qué triste la realidad. De pasar a estar todos los días juntas, hoy me tengo que conformar tan sólo con verlas a través de una pantalla. Pero prometo que, tarde o temprano, pasará y nos encontraremos acostadas sobre un colchón riendo de nuestras "desgracias" de nuevo.

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