Calendario de mil recuerdos.


 


Y allá va otra marca roja tachando otro número en ese viejo calendario. 
Otra marca a un día más sin tus besos ni tus abrazos.
Otra tacha roja reflejando la cuenta de todos esos días sin vos acá o yo allá.
Otro día más sin poder decirte lo mucho que te quiero.
Recuerdo cuando me preguntaste de que me serviría un calendario si ni siquiera era de este año. Entre risas nos reimos de mi estúpida manía de guardar cosas que no tienen uso alguno más que ser un recolector de recuerdos y anécdotas. Ambos sabiamos que probablemente jamás iba a complir una función e iba a quedar juntando polvo junto a todas las cosas que estaban en el mismo sitio, pero acá está. 
Ni siquiera tiene importancia si las fechas coinciden o si ya están marcados en él los días que alguién cumple años. Es más, me atrevo a decir por primera vez en la vida que simplemente le quise dar un uso para no decirle adiós y tirar cada uno de los recuerdos que lleva consigo.
Me atrevo a decirte también que ya no solo son recuerdos lo que lleva sino que hace unos meses se le sumaron todas mis remordeduras de labios para no largar todo eso que hace tiempo estoy esperando decirte.
Los dás pasan y las ganas de recordarte que sos el amor de mi vida por cada hora aumentan más y más.
Y es que el simple hecho de pensar tan solo en verte sonreir hace que todo dentro de mi se sienta como una catarata de emociones que hasta ahora no existe ninguna palabra que pueda definirla tal cual. 
Cada día que pasa siento que voy a flor de piel. Pero mejor aún, cada día que se suma, es sentir que con vos a mi lado podría ser por el resto de mi vida eternamente feliz. 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Voces.

Última partida

Tu último recuerdo