Tres días

Solo tres días.

Aún no puedo comprender cómo fuiste capaz.
Todo lo que algún día te conté, las inseguridades, las interminables charlas donde terminaba llorando, nada te bastó para pensarlo dos veces. Ni siquiera el saber que mientras vos estabas ahí a punto de perderme, yo estaba deseando y luchando contra toda fuerza para estar con vos al lado. 
Yo no te voy a mentir: no me siento mal ni triste, simplemente cargo con una desilusión dentro del cuerpo. 
Luego de tres años dándome amor, paciencia, tranquilidad y apoyo, finalmente lograste desilusionarme como nunca alguien lo había hecho. 
Me tiembla el cuerpo de solo pensar en la clase de persona que demostrabas ser y la que "decías ser", en espejo a la clase de persona que con tan solo un simple acto logré ver. Esa persona sincera, que odiaba la mentira, que anhelaba tanto por un futuro juntos, como tal máscara se deslizó dejando ver una catarata de mentiras y mal trato que jamás esperé de vos.
Me duele una sola cosa y ni siquiera es mi dolor, es el tuyo. Mi cabeza no procesa como una persona que sufrió tanto un hecho puede ser capaz de ir y hacer lo mismo sin pudor alguno, o como se puede hablar tan mal de alguien -llegando al punto de denigrar- y después ir y acostarse con ella. 
Esa desilusión es la que no me deja dormir hace tres días; lo absolutamente nada empático que fuiste con vos mismo.
La traición habla por sí sola, pero sigo pensando que gracias a eso - o gracias a lo que fuese- estoy lejos de vos y eso me hace bien. Porque una persona que no te cuida, te trata de mentirosa, tóxica y no sabe hablar ni escuchar cuando se lo necesita, jamás va a volver a ser una opción.

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