La chica que prefirió elegir sus miedos.



A la chica que prefirió elegir sus miedos antes que a sí.

Elijo creer que eligió lo que eligió - erróneamente -por cantidad antes que calidad y no por creer que era porque la estaban deteriorando cada día más. 

Era dos en una; cara y cruz, sol y luna. De un lado inquieta, con un desastre increible en su cabeza. Pero por el otro quieta, buscando hacer reír a los demás siempre con gran audeza. Ella estaba dispuesta a dar todo lo poco que le quedaba de su amor a sus propias pupilas. Estaba dispuesta a saltar sin paracaídas, a intentar una vez mas volver a confiar en si misma. Estaba dispuesta a saludar a su miedo de frente, apuñalarlo por la espalda y dormir tranquila finalmente. Se subió al auto, quinta y aceleró. Aun sabiendo que que iba sin frenos, la valentía en ese momento la invadió. Parecía estar dispuesta a tanto en tan poco, que la ilusión duró lo que dura una sociedad sin evolución. Supongo que, después de eso, con lo peor se encontró. Su peor pesadilla: de pasar a ser uno pasaron a ser como una milla. Pero supongo que todavía no era el momento de lanzarse, sino más bien de resguardarse para luego ir al avance. Por una vez en mi vida, me quise arriesgar, darme maña y volverme a quedar. Pero la obsesión con esa(s) curva(s), me llevaron a llorar. Esa maldita curva, que solo logro en mí perderme hasta el final. 

Esa chica prefirió sus miedos antes que su tranquilidad, creyendo que así ella feliz iba a estar. Y ahora si se viera, apuesto a ni ella se reconocerá. 

Tanto acribillar, tanto machacar, para querer ahora volver el tiempo hacia atrás.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Voces.

Última partida

Tu último recuerdo